Experiencias
Trekking en el Parque Nacional Nahuel Huapi
Sus paisajes de montañas, lagos, bosques y arroyos lo hacen uno de los parques nacionales más bellos de la Patagonia y del país.
El Parque Nacional Nahuel Huapi fue el primero de su tipo creado en la Argentina. Su superficie abarca unas 710.000 hectáreas (compartidas con la provincia de Neuquén) y comprende zonas de la estepa y la Cordillera de los Andes. Sus paisajes de montañas, lagos, bosques y arroyos lo hacen uno de los parques nacionales más bellos de la Patagonia y del país. Se lo puede visitar durante todo el año para realizar distintas actividades, entre ellas una de las que más aficionados atrae: el trekking.
Los amantes de las caminatas en la naturaleza disponen en el Parque Nacional Nahuel Huapi de una gran cantidad y variedad de rutas y senderos para disfrutar del entorno. Hay recorridos accesibles para todos, tranquilos, relajantes y de contemplación de paisajes, hasta itinerarios de pocas horas de caminata y otros de travesía que exigen varios días de trekking por la montaña, preparación profesional y acompañamiento de guías especializados.
Entre los senderos más populares, de exigencia media y alta según la época del año y el estado físico de cada uno, se encuentran las caminatas al Refugio Frey, al que se accede desde diversos puntos; a la Laguna Jakob, a la que se llega desde el refugio Frey dispone de varias sendas para recorrer en su área; al Refugio Otto Meiling, en el Monte Tronador, al que se accede desde Pampa Linda; al refugio Italia en la Laguna Negra y la senda de Paso de las Nubes, a la que se accede también desde Pampa Linda. Excepto el último recorrido que demanda dos días de caminata, el resto exige en promedio unas 10 horas de marcha a través de bosques, bordeando ríos y lagunas, subiendo y bajando cerros para acceder a los miradores naturales más espectaculares del parque.
En cambio si lo que el visitante prefiere son caminatas un poco más fáciles, también la oferta es muy amplia. Incluso, algunas son muy cercanas al centro urbano de Bariloche, ciudad de referencia para visitar el parque.
Unas de estas caminatas son las que se realizan al Cerro Otto y al Refugio Berghof o a la zona del Valle de Challhuaco, unos pocos kilómetros al sur de Bariloche. Otras alternativas de más amplia accesibilidad para caminantes no profesionales, y cercanas a la ciudad, son los senderos del Parque Municipal Llao Llao. Este pequeño parque dispone de un sistema de senderos que, por medio de caminatas breves de entre una a tres horas, permite pasear por bosques, por las playas de las costas de los lagos Perito Moreno y Nahuel Huapi y acceder a vistas panorámicas únicas. Todos estos senderos están perfectamente señalizados y son fáciles de seguir.
En la zona de Circuito Chico también se pueden realizar varias caminatas accesibles, entre ellas algunas que llevan a puntos panorámicos del Lago Moreno y el Brazo Tristeza del Lago Nahuel Huapi.
Otra opción para realizar caminatas de distinta complejidad es el sistema de senderos que ofrece el Área Lago Gutiérrez del Parque Nacional Nahuel Huapi. Aquí el caminante podrá seguir caminos cortos y sin desnivel como el que conduce a la Cascada del Duende a través de un bosque de inmensos coihues, hasta otros un poco más exigentes como los que llevan al Mirador Lago Gutiérrez, Playa Muñoz o también a los refugios Vivac Piedritas y Frey.
Algunos de estos itinerarios sugeridos, como el trekking al Refugio Jakob accediendo desde Tambo de Baez, forman parte Huella Andina, un sistema de senderos de largo recorrido que abarca más de 500 kilómetros y atraviesa varias provincias patagónicas. En el Parque Nacional Nahuel Huapi, además del mencionado, se pueden realizar otros tramos de Huella Andina como los que van de Refugio Jakob a Los Césares o los que van desde Lago Mascardi a Lago Steffen y desde Lago Steffen hasta Río Villegas.
Sea cual sea el camino o desafío que se imponga el caminante al transitar los senderos del Parque Nacional Nahuel Huapi la recompensa será paisajes fantásticos, sensación de plenitud en la naturaleza y una vivencia inolvidable.