Lo primero que hay que saber sobre esta región es que, cualquiera sea la época elegida para visitarla, siempre está preparada para deslumbrar al viajero. Los paisajes cordilleranos, nevados en invierno y florales en temporada estival, desafían los sentidos del visitante y lo invitan descubrir y a disfrutar de la cultura y el estilo de vida de esta parte de la Patagonia que se da entre valles, lagos, ríos y montañas.

Los amantes de la naturaleza disponen, en el área del Parque Nacional Nahuel Huapi, de miles de hectáreas de bosques y montañas que pueden transitarse por su sistema de senderos. Hay caminos cortos, fáciles de andar, que invitan a la contemplación, a la caminata tranquila y a la conexión con uno mismo. Pero también hay itinerarios para aquellos que buscan desafíos de mayor complejidad y más extremos. En estos escenarios, los aficionados a la fotografía y a la observación de aves encontrarán un paraíso de inagotables estímulos sensoriales.

Fundamentales para la vida en esta región, los lagos y ríos brindan alternativas diversas, desde navegaciones recreativas y apacibles para disfrutar de los paisajes desde otra perspectiva, hasta experiencias extremas para los más audaces en las correntosas aguas del río Manso, en El Manso, y el río Azul en El Bolsón.

También, en nuestros ríos y lagos, a los amantes de la pesca no les costará hallar un rincón donde conectar con el entorno y donde la simple acción de lanzar el cordel cobre un sentido más allá de la práctica deportiva. El río Limay en Dina Huapi, el río Manso o el río Azul son pródigos en estos sitios de especial magnetismo para el pescador.

Pero el disfrute de la naturaleza, que el visitante gozará cada día con solo levantar la vista para deslumbrarse con los atardeceres, se combina con las experiencias más urbanas que ofrecen las villas turísticas de la zona.

San Carlos de Bariloche, por cantidad y diversidad de servicios, es la ciudad de referencia en esta zona, sobre todo en invierno cuando su ubicación se vuelve estratégica para los que llegan buscando la adrenalina de los deportes de nieve en el cerro Catedral.

Los sibaritas encontrarán en Bariloche, pero también Dina Huapi o El Bolsón, restaurantes y locales para descubrir una gastronomía típica y gourmet, donde la trucha, el chocolate, el helado, los dulces y productos ahumados y la cerveza artesanal se combinan para deleitar a los paladares más sensibles.

La visita a nuestra zona cordillerana no dejará indiferente al turista, ya sea que este haya llegado en busca de confort y descanso o de acción y aventura.